12 de Junio
BEATO LUDOVICO MZYK,
SACERDOTE, Y COMPANEROS MÀRTIRES
Memoria obligatoria
Los beatos Ludovico Mzyk (1905-1940),
Estanislao Kubista (1898-1940), Luis Liguda (1898-1942), sacerdotes,
y el Hermano Gregorio Frakowiak (1911-1943) fueron miembros de la
Congregación del Verbo Divino. Como presbíteros, misioneros y
religiosos sobresalieron por su celo ardiente y por una ejemplar
dedicación a las más diversas actividades de la vida eclesial y
religiosa. Durante la segunda guerra mundial dieron testimonio de
fidelidad a su vocación y a los valores evangélicos con el martirio
que tuvo lugar en los campos de concentración y en cárceles
especiales.
Común de Mártires
OFICIO DE LECTURAS
SECUNDA LECTURA
De los escritos del Beato Luis Liguda, sacerdote y mártir (Luis
Liguda, « Audi Filia! », Gorna Grupa, 1949, pp. 69-70)
Rogad al dueño de la mies
La oración por las misiones no es el fruto de una exaltada
devoción humana, sino un deseo vivo, más aún, un mandamiento
explícito del Salvador. Jesús, si bien nos recomienda rezar con
insistencia, se mostró muy discreto al proponer intenciones
particulares. Nos recomendó una sola intención: rezar por la
extensión del Reino de Dios en la tierra. Fue el deseo más querido
de Jesús.
Una vez, Jesús viendo el ondear de las mieses dijo a los
Apóstoles: « La mies es abundante, pero los obreros pocos. Rogad,
por tanto, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies » (Lc
10,2). ¿En qué pensaba Jesús? ¿En aquella cebada o aquel trigo que
estaban delante de ellos? ¡Ciertamente no! Ante sus ojos se
extendía la inmensa multitud, destinada a los graneros del cielo y
de la que nadie se preocupaba.
Otra vez, viendo la multitud que le acompañaba por el desierto,
sintió compasión porque estaban cansados y abatidos, corno ovejas
sin pastor (cf Mt 9, 36). « Tengo otras ovejas que no están en este
redil; también a éstas tengo que atraerlas, para que escuchen mi
voz. Entonces se formará un rebaño único, bajo la guía de un solo
pastor » (Jn 10, 16). El mismo pensamiento expresa Jesús en su
oración en el Cenàculo dirigida al Padre: « ut sint unum - para que
sean uno » (Jn 17, 11). Es el motivo principal que mueve el corazón
de Jesús. Es el tema fundamental de su testamento revelado el Jueves
Santo. También en el Calvario, desde la cruz, aflora nuevamente la
misma ansia: « Sitio - tengo sed » (Jn 19, 28). Jesús tenia sed de
la salvación del mundo.
Jesús recomendó la oración por las misiones. Él mismo,
ciertamente, rezó. También los santos siempre manifestaron gran
interés por las misiones, y en especial por la oración en favor de
las misiones. Cómo no recordar las palabras de S. Pablo: « ¡Pobre
de mi si no anunciara el evangelio! » (1 Co 9, 16). De S. Francisco
Javier sabemos que abrumado por el trabajo, dedicaba cada día 5-6
horas à la oración por la salvación de las almas. A una oración
fervorosa e incesante por las misiones nos animan también nuestra
petenencia a la Iglesia y la solidaridad con todos sus miembros.
Significativa para nosotros es la oración de Moisés en el monte.
Mientras rezando mantenía los brazos alzados hacia el cielo, los
israelitas vencían; si cansado los bajaba, vencían los amalecitas.
Nosotros debemos imitar a Moisés.
« Pídemelo, y te daré en herencia las naciones, en posesión los
confines del mundo » (Sal 2, 8). Aún desconociendo la importancia de
nuestra oración por las misiones, aunque los misioneros nunca nos
la pidiesen, deberíamos fomentarla por un motivo: es la oración más
noble y suscitada por el amor. Nos ayuda a olvidar nuestras
necesidades y a hacer nuestros los deseos de Cristo: Padre nuestro,
que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros
tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra corno en el cielo.
Muchas veces nos lamentamos de que nuestras oraciones no son
escuchadas. ¿Por qué Dios no las escucha? Porque no pedimos siempre
lo que le agrada. Si quieres ser escuchado, reza por las misiones.
Que nadie diga: Estoy muy ocupado, no puedo preocuparme también
de las misiones. ¿Qué son tus compromisos frente a la tarea de ganar
el mundo para Cristo Rey? He aquí lo que te recomiendo: Si tienes
interés por las cosas de Dios, también Dios tendrá un corazón y
atención para ti. "Buscad ante todo el Reino de Dios y lo que es
propio de él, y Dios os dará lo demás" (Mt 6, 33).
RESPONSORIO |
Jer 29,13-14;
Mt 7,7 |
℟ Me buscaréis y me encontraréis, si
me buscáis de todo corazón. * Me dejaré encontrar, y cambiaré
vuestra suerte.
℣ Buscad y encontraréis; llamad y
se os abrirá. * Me dejaré...
ORACIÓN
Dios omnipotente y eterno
que concediste a los bienaventurados mártires
Ludovico Mzyk, sacerdote, y compañeros
la gracia de sufrir por Cristo,
socorre nuestra debilidad y,
así corno ellos no dudaron en dar la vida por ti,
concédenos ser fuertes en la confesión de tu nombre.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Traducción española
aprobada por la Congregación de Sacramentos y Culto Divino en fecha
10 de Junio de 2000. Georgius A. Card. Medina Estévez, Prefecto |